Balance de la lucha contra la corrupción
Después de muchos años, la lucha contra la corrupción se ha convertido en una prioridad para Rumanía. Así lo ha declarado el presidente electo de Rumanía, Klaus Iohannis.
Florentin Căpitănescu, 27.11.2014, 15:46
Desde la campaña para las elecciones presidenciales que ganó en la segunda vuelta del 16 de noviembre, el liberal Klaus Iohannis ha prometido que se implicará en la lucha contra la corrupción, una verdadera enfermedad de la administración rumana después de la caída del comunismo. En una conferencia sobre la corrupción, Iohannis ha vuelto a expresar su compromiso contra este fenómeno que, según afirma el presidente electo de Rumanía, es el mayor problema interno de seguridad nacional, que puede causar la segregación económica y social y afectar a los valores. He aquí la declaración de Klaus Iohannis:
“La corrupción es el principal problema interno de seguridad nacional. Por ello, el prevenir, identificar los casos de corrupción y castigar a los delincuentes representan los objetivos de cada sistema de justicia, y aún más de la justicia rumana.”
El presidente electo ha llamado la atención sobre los daños provocados por la corrupción, especialmente la corrupción de alto nivel y asimismo, sobre los malos efectos de la implicación del factor político en la actividad de las instituciones responsables. Nuevamente ante el micrófono, Klaus Iohannis:
“Como presidente de Rumanía voy a militar para que la justicia y las instituciones de control financiero y fiscal cooperen para recuperar los perjuicios provocados por la corrupción y reducir su coste social. Asimismo, considero que la clase política no debería influir en las investigaciones penales de las instituciones responsables.”
En la misma conferencia, Laura Codruţa Kövesi, la fiscal general de la Dirección Nacional Anticorrupción, la principal institución pública que lucha contra este fenómeno, ha mencionado que en los últimos años, la confianza pública en su institución ha aumentado en un 60%. La fiscal general ha añadido que en 2014, más de mil personas han sido condenadas por actos de corrupción y se han embargado bienes de casi 150.000.000 de euros. La mayoría de los casos, es decir un 83% de ellos, se deben a las denuncias de los ciudadanos y de las instituciones públicas, según ha precisado la jefa de la Dirección Nacional Anticorrupción. He aquí la declaración de Laura Codruţa Kövesi sobre los demás casos:
“Hemos constatado que este año solo un 17% de los casos han partido de una denuncia de oficio, basada en las informaciones procedentes de los medios de comunicación, de las investigaciones periodísticas o de los servicios de inteligencia.”
Además de las cifras, en estos últimos años, la Dirección Nacional Anticorrupción se ha creado la imagen de institución que desea cumplir con su deber. Y los resultados, como la condena a prisión de varios responsables públicos entre los que se encuentra el antiguo primer ministro, el socialdemócrata Adrian Năstase, muestran su eficacia en el ámbito político.