Autonomía, regionalización y descentralización
El presidente Klaus Iohannis ha hecho un llamamiento a la colaboración entre los rumanos y los húngaros de los departamentos de Covasna y Harghita.
Roxana Vasile, 19.07.2017, 15:25
¡Autonomía, sí! ¡Regionalización, sí! ¡Descentralización, sí! ¡Pero nunca sobre criterios étnicos!
Este es el mensaje que el presidente Iohannis ha dirigido a las autoridades del llamado País Szekely, situado en el centro de Rumanía. Este territorio está formado por los departamentos de Covasna y Harghita, donde el número de habitantes húngaros supera de manera aplastante al de los rumanos, y por una parte del departamento de Mures.
En Covasna y Harghita, las localidades son administradas en su mayoría por representantes de la Unión Democrática de Húngaros en Rumanía, formación que en el período postcomunista ha sido, casi permanentemente, parte del Parlamento de Bucarest, y ocasionalmente, de distintas coaliciones que se han sucedido en el poder. Rumanía ha sido casi siempre apreciada por su capacidad de proteger a todas las mayorías étnicas que totalizan alrededor del 11% del total de casi 20 millones de habitantes.
Los húngaros representan minoría más grande que, en contra de lo esperado, se ha mostrado muy a menudo descontenta de los derechos de los se beneficia y ha reclamado, estimulada también por Budapest, autonomía étnica. Concretamente, la minoría húngara reclama que el País Szekely sea una región con emblema propio, un presidente, un Pobierno y un Parlamento.
Presente el pasado martes, en los departamentos de Covasna y Harghita, el presidente Iohannis ha subrayado que demasiadas veces, las realidades existentes en estos dos departamentos han sido interpretadas bajo una forma que no hace más que dividir y acentuar las diferencias, propugnar la hostilidad, la falta de tolerancia y rechazar a los ciudadanos de otra etnia, independientemente de ser mayoritarios o minoritarios. Estas son vías seguras que bloquean la evolución de las comunidades y del país en su conjunto, ha subrayado Klaus Iohannis.
“Creo que la descentralización es obligatoria porque los representantes locales saben mejor lo que necesita la comunidad y en consecuencia deben tener a disposición los instrumentos necesarios para actuar en función del interés local. Es de desear que la regionalización se haga, pero solamente si conduce a la modernizacion de la administración para defender el interés del ciudadano, y si conlleva la creación de nuevos puestos de trabajo mediante el desarrollo económico. La autonomía local y regional serían beneficiosas, pero la autonomía sobre criterios étnicos no es lo deseable porque frenaría el desarrollo.”
En opinión del jefe del Estado, los departamentos de Covasna y Harghita se benefician de un potencial de desarrollo especial en el turismo. Por ello, los responsables locales deberían implicarse en mayor medida en la valoración de este sector.
“Existen aquí monumentos históricos, balnearios de importancia nacional, reservas de aguas minerales. Todo esto se tiene que explotar y valorar. Existen muchas zonas folclóricas y etnográficas que se tienen que conservar dada su gran capacidad para atraer a los turistas rumanos y extranjeros y por ello las autoridades públicas deberían implicarse más en la valoración de este sector.”
Durante un encuentro con casi 300 representantes locales de Covasna y Harghita, a Klaus Iohannis le fue entregada la bandera del País Szekely. La respuesta del presidente estuvo a la altura, ya que este regaló a los anfitriones la bandera rumana.