Apoyo para los jubilados
Los jubilados rumanos de bajos ingresos recibirán ayuda financiera por parte del Gobierno.
Ştefan Stoica, 14.12.2021, 12:37
El proyecto de presupuesto de Rumanía para el próximo año no está listo, pero la coalición gubernamental integrada por el Partido Social Demócrata, el Partido Nacional Liberal y la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía espera finalizarlo a tiempo para su aprobación antes de Navidad. Sin embargo, existen algunas certezas relacionadas con el presupuesto y una de ellas es que los jubilados de bajos ingresos, de hasta 1600 lei (320 euros) recibirán, el próximo mes, una ayuda sustancial por parte del Estado para el pago de las facturas. La medida ha sido acordada en la coalición gubernamental, por lo que 2 millones y medio de jubilados tendrán, ya en enero, los ingresos incrementados hasta los 2.200 lei (440 euros). El paquete social para los jubilados más pobres tendrá un impacto presupuestario estimado en 2.560 millones de lei (más de 500 millones de euros), según ha precisado el ministro de Trabajo y Protección Social, el socialdemócrata Marius Budai. Él ha explicado que la ayuda se otorgará de acuerdo con los ingresos corrientes. Por ejemplo, aquellos con pensiones de 1000 lei recibirán 1200 lei. Finalmente, en enero, 2,5 millones de rumanos alcanzarán unos ingresos de 2.200 lei. No es la única medida social prevista en el programa gubernamental. En 2022 también aumentarán las prestaciones por hijos, los salarios, las pensiones y las asignaciones para las personas discapacitadas. Marius Budai ha precisado que el aumento del punto de pensión, de aproximadamente 12.000 millones de lei (2.400 millones de euros) tendrá el mayor impacto en el presupuesto.
A partir del próximo año, el salario mínimo bruto aumentará hasta los 2.550 lei, el equivalente a 510 euros. Para todos los aumentos prometidos, el Ejecutivo debe encontrar recursos financieros sin incrementar o imponer nuevos impuestos.
El Partido Social Demócrata y la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía han intentado introducir un recargo del 1% a las empresas con una facturación superior a los 100 millones de euros, con el fin de obtener más dinero, necesario para inversiones en la sanidad y educación. Los liberales se han opuesto, ya que también el ámbito empresarial ha desaprobado la intención. Finalmente, la medida ha caído y el primer ministro liberal Nicolae Ciuca ha asegurado que no habría tal impuesto.
El ministro de Finanzas, el socialdemócrata, Adrian Câciu, también ha prometido que el presupuesto se construirá sin introducir nuevos impuestos y que cualquier cambio en el régimen fiscal se hará de forma previsible, en base a un diálogo con el sector privado. Él ha presentado una primera forma de la construcción presupuestaria para el próximo año. El presidente del PNL, el ex primer ministro Florin Cîţu, ha llamado la atención sobre el hecho de que el déficit presupuestario debe permanecer en el 5,84 % del producto interior bruto y las inversiones deben mantenerse en el 7 %, según el programa gubernamental conjunto. Cîţu ha dicho que confía en que el presupuesto del próximo año se aprobará antes del 23 de diciembre.