Acuerdo político sobre la financiación del Ejército
El presidente Klaus Iohannis ha acordado con todas las formaciones políticas representadas en el Parlamento de Bucarest, aumentar los fondos destinados a la Defensa.
Bogdan Matei, 13.01.2015, 18:04
El nuevo presidente de Rumanía elegido el pasado mes de noviembre, Klaus Iohannis, empieza a llevar a la práctica lo prometido durante la campaña electoral. Tras los diez años en los que su predecesor, Traian Băsescu, dirigió Rumanía sin ocultar sus simpatías ni su idiosincrasia política, el exlíder liberal Iohannis mantiene su equidistancia entre los partidos políticos y las luchas internas de poca envergadura del Parlamento. El pasado lunes, el presidente obtuvo el acuerdo de todas las formaciones políticas representadas en el Legislativo necesario para asignar anualmente, a partir del 2017 y hasta el 2027, al menos un 2% del PIB para la Defensa. En calidad de comandante supremo de las Fuerzas Armadas, el presidente afirma que el aumento del presupuesto del Ministerio de Defensa, es necesario porque Rumanía debe permanecer en guardia dada la crisis del país vecino, Ucrania. Miembro de la UE y de la OTAN, Bucarest no debe contar solo con sus aliados para asegurar su propia seguridad, señala también Klaus Iohannis:
“Es nuestro deber tratar con madurez la situación en la región y mostrar que somos una nación responsable. Por eso, hemos considerado que debemos asegurar los medios necesarios para que el Ejército Rumano se beneficie de los fondos necesarios para su preparación y para los programas de dotación de técnica moderna.”
El líder de la coalición de gobierno en el poder hace casi tres años, en el marco en el que gestiona la cartera de Defensa, el PSD apoya sin vacilación esta iniciativa presidencial. El primer ministro socialdemócrata, Victor Ponta, declara:
“Queremos que lo que iniciamos en 2012, es decir, cada año más dinero para el sistema de defensa, sea un proceso duradero y respaldado por todas las fuerzas políticas, indistintamente de si están en el poder o en la oposición.”
Previsiblemente, también la sucesora de Iohannis como líder del PNL, Alina Gorghiu, ha alabado el acuerdo político propuesto por el jefe del Estado. Escuchémosla:
“Tenemos la garantía de que a iniciativa del presidente de Rumanía, este acuerdo llegará a ser realidad y Rumanía pasará del entusiasmo de ser un país miembro de la OTAN, a la responsabilidad que ello conlleva.”
Dicho acuerdo ha sido apoyado también por la UNPR y el PC, socios del gobierno, así como por la UDMR, el PP-DD y el grupo parlamentario de las minorías nacionales, que no integran la coalición de gobierno. Se trata de un momento extraño en la política rumana de los últimos años, ya que el acuerdo sobre la financiación del ejército puede marcar, según los analistas, el comienzo de una nueva manera de gestionar los expedientes mayores de la administración de Bucarest.