Accidente en Crevedia: investigaciones y solidaridad
Las explosiones en una estación de GLP en Crevedia, cerca de Bucarest, en los titulares de la prensa nacional e internacional
Roxana Vasile, 28.08.2023, 10:55
Desde el primer día de esta semana, todos los centros de carburantes y gas licuado de petróleo (GLP) de Rumanía están siendo controlados. Y, según el primer ministro Marcel Ciolacu, se detendrá la actividad en aquellos que puedan suponer un riesgo para la seguridad pública. Lo ocurrido en Crevedia, municipio del sur del país, no debe repetirse bajo ningún concepto. El sábado por la noche explotó una estación de GLP de la localidad, a pesar de que debería haber dejado de funcionar hace tres años cuando perdió su permiso de seguridad contra incendios. La Fiscalía General, que se ha hecho cargo del caso e investiga lo ocurrido como un delito de daños imprudentes con resultado de catástrofe, está llevando a cabo la investigación con dificultad, ya que todavía puede haber emisiones de gas de los tanques en las instalaciones de la empresa, señaló el jefe de la institución, Alexandru Florența. Añadió que se están realizando registros en el ayuntamiento de Crevedia, en uno de los centros de trabajo en Bucarest y en los domicilios de los dos administradores de la empresa.
Alexandru Florența:
«Las dos grandes líneas de investigación en las que nos estamos centrando en estos momentos son, por un lado, la constatación de las actividades realizadas por la empresa a través del punto de trabajo de Crevedia, tras la declaración de cierre de este punto de trabajo, ante los fuertes indicios que tenemos de actividades no conformes. Y una segunda línea en la que nos centraremos es en comprobar cómo se autorizó el centro de trabajo de Crevedia de la empresa, por un lado, y tras la anulación de dicha autorización y el cierre formal del centro, cómo se llevaron a cabo los distintos controles por parte de las instituciones competentes».
El caso Crevedia también está siendo investigado por fiscales anticorrupción por posibles delitos de abuso de poder. Asimismo, los fiscales militares están investigando la forma en que se llevó a cabo la operación de rescate, dado el gran número de rescatadores heridos. Por otra parte, en la zona del accidente, tres casas, del total de siete afectadas por las explosiones en cadena seguidas de un devastador incendio, quedaron destruidas casi por completo. Las autoridades distritales y centrales han prometido ayudar a restaurarlas, por lo que se evaluarán los daños en el próximo periodo. El Ministerio de Trabajo también propondrá al Gobierno que proporcione ayuda de emergencia a los afectados en el incendio del sábado por la noche.
Pero lo más importante, con diferencia, es el apoyo médico y psicológico prestado a las personas heridas o traumatizadas. Desde el domingo, los centros de transfusión sanguínea de la capital y de 24 distritos están abiertos a quienes quieran donar sangre para las decenas de heridos, en su mayoría bomberos, pero también gendarmes y policías, algunos en estado grave, atrapados en una segunda explosión mientras intentaban apagar el incendio provocado por la primera explosión. Están ingresados en varios hospitales, principalmente de Bucarest, o ya han sido trasladados para recibir atención médica a Austria, Alemania, Bélgica, Noruega e Italia. Francia, Israel y Bulgaria también están dispuestos a prestar ayuda médica a Rumanía.
Versión en español: Antonio Madrid