32 años después de la caída de Ceaușescu
El motín de diciembre de 1989 conllevó la caída del régimen comunista. Rumanía fue el único país del bloque del este en el que el cambio de régimen se hizo de forma violenta, y sus líderes fueron fusilados.
Mihai Pelin, 22.12.2021, 12:52
El 16 de diciembre de 1989, en Timișoara (oeste) tuvieron lugar las primeras manifestaciones contra el régimen comunista que se extendieron después a todas las ciudades del país. En Bucarest, el motín culminó el 22 de diciembre con la fuga del dictador Nicolae Ceauşescu y de su esposa, Elena, en helicóptero, del tejado del edificio del Comité Central del PCR. Posteriormente, fueron atrapados y ejecutados, justamente el día de Navidad, después de un breve juicio. En diciembre de 1989, en Rumanía, murieron más de 1.100 personas, y al menos 3.000 resultaron heridas. La famosa pregunta de hace 32 años, “¿Quién nos disparó el 21 y el 22”, todavía no tiene respuesta. Todavía no ha acabado la investigación de los fiscales y los culpables no han sido castigados. No se sabe por qué aumentó el número de personas fusiladas después del 22 de diciembre, cuando el régimen ya había caído. No han sido identificadas todas las fuerzas militares o civiles participantes en la represión de los manifestantes, no ha sido recuperada la munición con la que se disparó. Aunque el Servicio Rumano de Inteligencia creara un amplio documento sobre aquellos acontecimientos, éste no está en el expediente. Tampoco se han pedido documentos extremadamente importantes de los archivos del Ministerio de Defensa Nacional.
Rumanía ha sido condenada varias veces en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por demorar el caso. Las primeras condenas definitivas fueron pronunciadas apenas en 2000, cuando los generales Mihai Chițac y Victor Stănculescu fueron condenados a 15 años de prisión, pero fueron liberados tras la apelación. Encarcelados en 2008, Chițac murió en casa, en 2010, y Stănculescu fue liberado en 2014 y murió dos años más tarde en una residencia de ancianos de lujo. El mes pasado, el Tribunal Supremo de Casación y Justicia decidió volver a enviar a la Fiscalía Militar el expediente de la Revolución en el que el expresidente Ion Iliescu, el ex vice primer ministro Gelu Voican Voiculescu y el general (r.) Iosif Rus, exjefe de la Aviación Militar, están acusados de cometer varios delitos contra la humanidad. Según la acusación, en el contexto de la degeneración de las relaciones entre Rumanía y la Unión Soviética, después del momento “Praga 1968”, pero también debido al descontento profundo y general en la sociedad, se creó y evolucionó un grupo disidente que tuvo por objetivo apartar al antiguo dictador Nicolae Ceauşescu, pero que quería mantener a Rumanía en la zona de influencia de la Unión Soviética. Los fiscales militares han afirmado que el grupo creado alrededor de Ion Iliescu actuó de forma hábil y eficaz para tomar el poder político y militar en diciembre de 1989. Además, fue ampliada la psicosis sobre la existencia de algunos terroristas. Toda la fuerza militar de Rumanía se habría puesto a disposición del Consejo del Frente de Salvación Nacional (CFSN), órgano provisional del poder en el Estado, que se convirtió posteriormente en partido político, FSN, liderado por Ion Iliescu, exmiembro de la nomenclatura comunista. En mayo de 1990, se organizaron las primeras elecciones libres y él fue elegido presidente con el resultado increíble de un 85% de los votos. Posteriormente, tuvo dos mandatos más, entre 1992 y 1996 y 2000 y 2004. A lo largo del tiempo, el FSN se convirtió en el PDSR, y después en el PSD. Éste está actualmente en el Gobierno en Rumanía.
Versión española: Monica Tarău