Los antiguos parlamentarios mantienen sus pensiones especiales
Los exsenadores y exdiputados rumanos pueden mantener sus pensiones especiales
Roxana Vasile, 29.11.2023, 12:30
A finales de junio, el Legislativo anunció que los senadores y diputados, con una amplia mayoría, votaron –queriendo dar ejemplo– la eliminación de sus propias pensiones especiales, en el contexto en el que Rumanía se comprometió mediante el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia a eliminar todas las pensiones de las que disfrutan algunas categorías profesionales. La votación tiene un significado especial para toda la clase política, afirmaba entonces el presidente de los liberales, Nicolae Ciucă. Y el socialdemócrata Alfred Simonis señalaba que se trata de un primer paso hacia la reforma de todas las pensiones especiales: «no las gravamos, no las reducimos, simplemente las eliminamos. Derogamos tanto las que están en pago como las que hubieran podido entrar en pago si no fuera por esta ley», dijo Alfred Simonis desde la tribuna del Parlamento.
El Legislativo también había adoptado un acto normativo similar en un pasado no muy lejano, pero una decisión del Tribunal Constitucional impidió su implementación. ¡Lo mismo que acaba de suceder ahora! Después del anuncio de junio, a finales de noviembre llega otro del mismo Tribunal Supremo: los ex senadores y diputados pueden mantener sus pensiones especiales y el Parlamento tiene el poder de eliminarlas solo para el futuro. Los jueces del Tribunal Constitucional motivaron que, hasta su derogación, las pensiones especiales eran un derecho legal otorgado a los electos que ejercieran al menos un mandato parlamentario completo a la fecha de alcanzar la edad de jubilación, y al retirar y eliminar estas pensiones, la integridad y sustancia de un derecho legalmente adquirido se vieron afectadas.
En consecuencia, los exparlamentarios con mandato completo hasta la aprobación de la ley seguirán recibiendo pensiones especiales. En cualquier caso, se trata de 850 beneficiarios, de los más de 200.000 rumanos que cobran pensiones especiales, destacaba la oposición parlamentaria, recordando que en Rumanía hay algunas categorías profesionales cuya pensión no se basa exclusivamente –como en el caso de todos los demás jubilados– en la contribución al seguro social estatal durante toda su actividad profesional. Por esta razón, la mayoría de los rumanos asocia a parlamentarios, magistrados, soldados, policías, diplomáticos o aviadores con los miembros de unas «castas privilegiadas».
«Se ha ido el polvo de los ojos, han vuelto las pensiones especiales», señala la prensa de Bucarest, tras la decisión del Tribunal Constitucional relativa a los parlamentarios, calificándola de impopular por varios motivos. Cualquier pensión especial pagada a distintas categorías divide a la sociedad. Si en el caso de los magistrados o los militares es posible debatir la existencia de razones para un régimen distinto, motivado por riesgos o restricciones, en el caso de los parlamentarios no existe tal debate.