República de Moldavia tras las elecciones locales
En las elecciones locales de Moldavia, los proeuropeos ganaron en las zonas rurales, pero no consiguieron imponerse en las grandes ciudades
Ştefan Stoica, 07.11.2023, 09:50
En el transcurso de tres décadas, la República de Moldavia, vecina oriental de Rumanía, ha dado un enorme salto, pasando de ser vasalla de Moscú en la era soviética a candidata a la adhesión a la UE. La agresión de Rusia contra Ucrania, que la administración proeuropea de Chisináu, dirigida por la presidenta Maia Sandu, ha denunciado correctamente en duros términos, ha acelerado el proceso de giro hacia Occidente, de donde procede la posibilidad de estabilidad democrática y prosperidad. La resistencia de la izquierda prorrusa no es, sin embargo, desdeñable. Las elecciones locales del domingo lo demuestran.
El Partido Acción y Solidaridad (PAS) de Maia Sandu obtuvo más del 40 % de los votos emitidos para alcaldes, concejales y consejos de distrito y aldea. En la primera vuelta, el partido presidencial obtuvo alcaldías en más de una cuarta parte de unos 900 pueblos y ciudades. Las victorias se produjeron principalmente en las zonas rurales, mientras que los candidatos del Partido Acción y Solidaridad no lograron hacerse con las alcaldías de las grandes ciudades. En Chisináu, el actual alcalde, Ion Ceban, antiguo miembro destacado del Partido Socialista, fue reelegido en la primera vuelta. Sin embargo, su partido no obtuvo el mismo éxito en el ayuntamiento.
El analista Ion Tăbârță observa que el partido gobernante obtuvo menos votos de lo esperado. Ion Tăbârță:
«Entendemos, sin embargo, que las posiciones de los socialistas junto con las de los comunistas son bastante sólidas. Veníamos, de alguna manera, con determinados pronósticos optimistas de que ya dos tercios de la sociedad eran proeuropeos y un tercio miraba hacia el Este. Vemos que esto está lejos de ser así. Los partidos de izquierda tienen más votos que los de derecha».
Consideradas una prueba para la política proeuropea de la presidenta Maia Sandu, las elecciones locales se celebraron en medio de acusaciones de injerencia rusa, negadas por Moscú. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa afirmó en un informe preliminar que toda la campaña se había visto distorsionada por «una afluencia de fondos ilícitos y extranjeros e incentivos monetarios utilizados para influir en la voluntad de los votantes». La agencia Reuters señala que, antes de la votación, las autoridades moldavas acusaron a Rusia de comprar votos dirigiendo 5 millones de dólares a lo que denominó «grupos criminales» liderados por el prófugo empresario Ilan Shor, condenado en rebeldía por participar en un fraude bancario en la República de Moldavia.
Apenas dos días antes de la votación, las autoridades prohibieron el partido Oportunidad por motivos de seguridad, una decisión que, según la OSCE, limitó las opciones de los votantes. Esta fue la última votación nacional en la República de Moldavia antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. Un año después, en 2025, se celebrarán elecciones parlamentarias.
Versión en español: Antonio Madrid