Consumo cultural en Rumanía
Los rumanos son menos activos culturalmente que antes de la pandemia, según revela un estudio reciente.
Ştefan Stoica, 30.10.2023, 12:20
El Instituto Nacional de Investigación y Formación Cultural (INCFC) ha publicado el «Barómetro de Consumo Cultural 2022. Participación cultural y perspectivas democráticas». El estudio, que evalúa los cambios en las prácticas de consumo cultural y analiza, por primera vez en Rumanía, la relación entre cultura y democracia, se presentó durante el XXXIII Festival Nacional de Teatro. Los datos confirman las tendencias identificadas durante el periodo pandémico, a saber, la orientación predominante del consumo cultural hacia el entorno virtual y el espacio no público. Así, según el barómetro, los efectos de la pandemia se dejan sentir considerablemente a nivel de consumo cultural en el espacio público. El único aumento registrado es el de las visitas a monumentos históricos o sitios arqueológicos al menos una vez al año, 59 % de los encuestados en 2022, frente a 45 % en 2019.
Los descensos registrados en el consumo cultural público son: asistir a representaciones teatrales del 29 % en 2019 al 20 % en 2022, ver películas en el cine del 35 % al 26 %, ir a la biblioteca a leer o tomar prestados libros del 28 % al 17 %. También se observa un descenso en las visitas a museos, exposiciones o galerías de arte, del 38 % en 2019 al 30 % el año pasado. Más allá del contexto pandémico, la bajada del consumo cultural en el espacio público se explica asimismo por la acentuación de las barreras para el consumo cultural que se manifiestan en todos los tipos de consumidores.
Según los autores de las encuestas, las barreras en alza identificadas en los últimos años y acentuadas tras la pandemia están relacionadas con la recepción de la cultura. Las soluciones para eliminarlas incluyen el aumento del interés por la cultura y la comprensión de los productos culturales y las creaciones artísticas mediante una educación continúa de los niños y jóvenes, pero también de los adultos. El estudio también examina las actividades culturales en espacios no públicos, las que se practican en el entorno virtual, así como el vínculo entre las prácticas de consumo cultural y la participación democrática.
Prof.ª Dra. Carmen Croitoru, directora del Instituto Nacional de Investigación y Formación Cultural, nos amplía detalles:
«Los temas son los clásicos, en el sentido de consumo público y consumo en el espacio individual. Sin embargo, añadimos un capítulo más sobre el vínculo entre participación democrática y cultura. En comparación con otros países, Rumanía tiene un consumo cultural bajo. Siguen existiendo grandes diferencias entre lo rural y lo urbano. Es vidente que no hemos recuperado el nivel de consumo cultural anterior a 2019».
El Barómetro de Consumo Cultural es la mayor encuesta nacional que mide las prácticas de consumo cultural y se reanuda tras un paréntesis de 3 años provocado por la pandemia de COVID-19. El estudio se basa en una muestra representativa a escala nacional realizada entre septiembre y octubre de 2022.
Versión en español: Victoria Sepciu