La exposición sobre Brâncuși en Timișoara llegó a su fin
Cerró sus puertas la exposición dedicada al escultor Constantin Brâncuși acogida por el Museo de Arte de Timișoara
Roxana Vasile, 29.01.2024, 11:57
Cerró sus puertas el domingo por la noche la exposición «Brâncuși: fuentes rumanas y perspectivas universales», dedicada al escultor Constantin Brâncuși y acogida por el Museo de Arte. Fueron cuatro meses de goce visual y un récord de visitantes: más de 130 000, el doble de lo estimado.
La gente hizo cola para ver las obras del gran artista, muchas de ellas icónicas: «La doncella», «Pájaro en el espacio», «El beso», «La señorita Pogany», «Cabeza de bebé», «Oración», «Hito» o «Musa dormida», algunas cedidas por prestigiosos museos o galerías de arte como el Centro Pompidou de París o la Tate Gallery de Londres. Además de las esculturas, se presentaron fotografías, documentos de archivo y grabaciones. El comisario de la exposición, Ovidiu Șandor, cree que el acontecimiento demostró ser un fenómeno que permite albergar la esperanza de producir un cambio en la sociedad a través de la cultura:
«Creo que la exposición conmovió a mucha gente también por la forma en que Doina Lemny eligió las obras, por el diálogo entre escultura, fotografía y dibujo. Igualmente importante fue la escenografía realizada por Attila Kim, innovadora en comparación con el modo en que fue presentado Brâncuși en las exposiciones anteriores».
Según la comisaria de la exposición Doina Lemny, del Centro Pompidou, la exposición no pretendía ser necesariamente una retrospectiva de la obra de Brâncuși, sino más bien una demostración del vínculo permanente del escultor con su país natal, a pesar de su fama en Francia. Recordemos brevemente que Constantin Brâncuși nació el 19 de febrero de 1876 en el pueblo de Hobița, en el sur de Rumanía. Estudió en Bucarest y en 1905 se marchó a París donde entró en contacto con las vanguardias artísticas. Su actividad creativa alcanzó el apogeo entre 1914 y 1940.
El Museo de Arte Moderno de París «Georges Pompidou» posee un gran número de obras de Brâncuși que el artista dejó a Rumanía en su testamento y que Francia aceptó de buen grado junto con todo lo que había en su estudio de la calle Montparnasse, tras la negativa del gobierno comunista de Bucarest, en los años 50, de recibirlas después de la muerte del escultor. Constantin Brâncuși falleció el 16 de marzo de 1957 y fue enterrado en la capital francesa.
En la Rumanía del realismo socialista, Constantin Brâncuși fue considerado un representante del formalismo burgués cosmopolita. El escultor fue «redescubierto» en su país y considerado genio nacional en la década de 1960. Con un valor asegurado de 500 millones de euros, pero un valor sentimental inestimable, las obras expuestas durante cuatro meses en Timișoara han sido la muestra más importante que se le ha dedicado en Rumanía en el último medio siglo. Pilar de la cultura rumana, Constantin Brâncuși es también uno de los más grandes escultores del siglo XX.
Versión en español: Victoria Sepciu