Rumanía y Bulgaria, acceso parcial a Schengen
Rumanía será admitida parcialmente en el espacio Schengen, sólo a nivel aéreo y marítimo, a partir de marzo de 2024.
Mihai Pelin, 28.12.2023, 10:51
Austria ha aceptado que Rumanía y Bulgaria entren en el espacio Schengen con sus fronteras marítimas y aéreas, a partir de marzo del próximo año. Para las terrestres no hay una fecha definida, pero las negociaciones continúan. El Ministerio del Interior de Bucarest ha transmitido que llegó a un acuerdo político junto con los ministerios correspondientes de Austria y Bulgaria. Las partes también han acordado debatir el próximo año la aplicación del Tratado Schengen en las fronteras terrestres en estrecha relación con las medidas compensatorias relativas al refuerzo del control fronterizo.
Los líderes de los partidos gobernantes se han apresurado a acoger con satisfacción el mensaje. El primer ministro socialdemócrata Marcel Ciolacu ha escrito en una red social que, después de 13 años, Rumanía finalmente entrará en Schengen. A partir del marzo del próximo año, los rumanos se beneficiarán de las ventajas del espacio de libre circulación por aire y mar. Implícitamente, el puerto de Constanza (sureste) aumentará exponencialmente su importancia, afirma el primer ministro. Y el líder del PNL, Nicolae Ciucă, ha afirmado que la admisión parcial al espacio Schengen es un verdadero éxito y que las autoridades continuarán sus esfuerzos para la admisión a través de fronteras terrestres, para el tráfico vial y ferroviario. Por otro lado, desde la oposición, la USR cree que el poder vendería a los rumanos una derrota como una victoria. Rumanía merece estar en Schengen con plenos derechos y el Gobierno del PSD-PNL y el presidente Klaus Iohannis tenían la obligación de continuar las negociaciones para la plena adhesión, afirma el portavoz de la formación, el diputado Ionuţ Moşteanu.
Desde hace muchos años, Rumanía cumple todos los criterios técnicos para la inclusión en el espacio de libre circulación de personas y mercancías. A finales del año pasado no se adoptó una decisión unánime sobre la entrada de Rumanía y Bulgaria en el espacio Schengen, miembros de la UE desde 2007, después de que Austria y los Países Bajos se opusieran en el consejo de Justicia y Asuntos de Interior. Viena motivó la negativa alegando que Rumanía formaría parte de la ruta balcánica de migración ilegal, acusación rechazada por la administración de Bucarest y oficialmente desmantelada por las instituciones europeas. Por su parte, los Países Bajos decían entonces que apoyaban la entrada de Rumanía, pero no la de Bulgaria, siendo los dos países analizados en un expediente común. Actualmente, la adhesión de ambos depende sólo del voto de Austria, después de que los Países Bajos decidieran no oponerse a Bulgaria hace una semana.
El espacio Schengen es uno de los logros más importantes del proyecto europeo. Comenzó en 1985 como un proyecto intergubernamental entre cinco países de la UE (Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo) y gradualmente se expandió hasta convertirse en la zona de libre circulación más grande del mundo. Actualmente cubre más de 4 millones de kilómetros cuadrados con una población de casi 420 millones de personas e incluye 27 países. Schengen aporta importantes beneficios económicos a todos los ciudadanos y empresas de los Estados participantes. Se estima que los europeos realizan 1.250 millones de viajes cada año, lo que también aporta considerables beneficios al turismo y al sector cultural.