Exprimer ministro, procesado
La escena política de Bucarest sigue siendo sacudida por el escándalo de la compra de vacunas en la pandemia. Una nota de Bogdan Matei.
Bogdan Matei, 07.12.2023, 11:03
Florin-Vasile Cîţu no es precisamente un personaje banal de la política rumana. Nacido el 1 de abril de 1972, se graduaba, a los 24 años, del Grinell College, en Iowa, Estados Unidos. También en Iowa, sorprendido conduciendo ebrio, Cîțu fue condenado a dos días de prisión y tuvo que pagar una multa de 1.000 dólares. En Estados Unidos también fue demandado por impago de una deuda de unos 6.700 dólares con el Banco Nacional de Maryland. Durante un tiempo, el hombre ocupó el puesto de economista en el Banco Nacional de Nueva Zelanda, tras lo cual se repatrió y entró en el sistema bancario rumano. Fue despedido, trabajó un tiempo como analista y asesor financiero, luego ingresó a la política y, desde 2016, es senador del PNL, ahora en su segundo mandato.
Se convirtió, con el apoyo del presidente Klaus Iohannis, en líder del partido y, durante menos de un año, en primer ministro, en un Gobierno de coalición PNL-USR-UDMR. Después de lo cual perdió supuestamente el apoyo del presidente, entró en polémicas con los miembros de la USR, su Gobierno fue destituido mediante una moción de censura y sus colegas del PNL lo reemplazaron en la dirección del partido.
Desde el miércoles, Florin-Vasile Cîţu también está siendo procesado, según anuncia la Dirección Nacional Anticorrupción, por delitos de complicidad en abuso de poder en el caso de la adquisición de las vacunas anti-Covid 19 durante la pandemia. En el mismo expediente también están acusados de abuso de poder los exministros de Sanidad de la USR, Vlad Voiculescu e Ioana Mihăilă, así como el secretario de Estado del Ministerio de Sanidad, Andrei Baciu, miembro del PNL. Según los fiscales, Cîțu y sus antiguos subordinados habrían aprobado la compra de un número mucho mayor de dosis de vacunas de las necesarias en Rumanía y habrían causado un perjuicio de mil millones de euros. „Lo que puedo decirles es que ejercí mis funciones como primer ministro respetando la legislación vigente. Confío en el poder judicial y en que la verdad saldrá a la luz durante esta investigación„, dijo el exprimer ministro a los periodistas.
El actual titular de la cartera de Sanidad, el socialdemócrata Alexandru Rafila, afirmó que Rumanía encargó en total aproximadamente 80 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 disponibles, de las cuales 35 millones fueron entregadas. El Estado rumano, afirma también Rafila, pagó un total de 2.500 millones de leus (el equivalente a 500 millones de euros) por las vacunas que recibió. La prensa aprecia que se trata, sin embargo, de una cantidad enorme y desproporcionada de vacunas, para una población de menos de 20 millones de habitantes, en su mayoría muy reacios a los sueros de inmunización.
Autor: Bogdan Matei