El Senado aprobó la nueva ley de pensiones
La nueva ley de pensiones, elaborada por el Ejecutivo rumano, fue aprobada por el Senado
Bogdan Matei, 15.11.2023, 12:43
Por un lado, muchos de los casi cinco millones de jubilados rumanos figuran entre los ciudadanos más pobres de la Unión Europea: una pensión mensual media alcanza, según el Instituto Nacional de Estadística, el equivalente a unos 400 euros. Por otro lado, 2024 será en Rumanía lo que la prensa llama un súper año electoral, marcado por elecciones europarlamentarias, locales, legislativas y presidenciales. Así, el actual Gobierno de coalición, integrado por el Partido Socialdemócrata (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL), ha optado -escriben los periódicos- por entrelazar la justicia social con los cálculos políticos y ofrecer a los jubilados aumentos significativos de sus ingresos, antes de llamarlos a las urnas. Mayoritarios en el Senado, los socialdemócratas y los liberales aprobaron, el martes, a un ritmo acelerado y sin emociones, la nueva ley de pensiones, elaborada por el Gobierno. Según el nuevo acto normativo, los jubilados se beneficiarán de dos incrementos el próximo año.
A partir del 1 de enero, todas las pensiones del sistema público aumentarán un 13,8 %, para cubrir la inflación galopante registrada últimamente. El 1 de septiembre, las pensiones se recalcularán según una nueva fórmula sobre la cual la ministra de Trabajo, Simona Bucura-Oprescu (PSD), afirma que eliminará las desigualdades entre los rumanos que trabajaron igual, pero se jubilaron en períodos diferentes, así como entre las mujeres y hombres.
El senador Lucian Romaşcanu, líder del grupo del Partido Socialdemócrata (PSD), acoge con satisfacción esta corrección porque «no se puede tener el mismo período de cotización, en el mismo cargo profesional y tener pensiones diferentes». Por su parte, el líder de los senadores liberales, Daniel Fenechiu, admitió que la ley se puede perfeccionar, pero representa un paso adelante.
Aunque en la oposición, después de haber gobernado hasta hace unos meses junto al Partido Socialdemócrata (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL), la Unión Democrática de Húngaros en Rumanía (UDMR) votó a favor del documento porque, según los senadores de la Unión, el recálculo de las pensiones es bienvenido.
También desde la oposición, los senadores de la Unión Salvar Rumanía (USR) y la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR) se abstuvieron en la votación y criticaron el hecho de que el Gobierno no hubiera identificado una fuente sostenible de financiación para los importantes aumentos de las pensiones. El líder del grupo de senadores de la AUR, Claudiu Târziu, especificó: «No voté en contra de la ley porque un ligero aumento es mejor que nada». El impacto presupuestario del aumento de las pensiones, decían los propios liberales la semana pasada, sería de alrededor del tres por ciento del Producto Interior Bruto, mucho más alto de lo estimado inicialmente.
El ministro de Hacienda, Marcel Boloş, del Partido Nacional Liberal (PNL), añadió que la subida de las pensiones es una prioridad, pero también una responsabilidad del Gobierno, que debe garantizar el mantenimiento de la estabilidad financiera del país.
Una vez aprobada por el Senado, la nueva ley pasa a la agenda de la Cámara de Diputados, que es el órgano decisorio en este caso. Mayoritarios también en esta Cámara, los parlamentarios del poder la adoptarán con la misma rapidez, según anticipan los comentaristas. Tras lo cual solo falta que el acto normativo sea promulgado por el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, que actualmente está realizando una larga gira por África.