La misión del FMI en Rumanía
La visita periódica del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Bucarest concluyó con recomendaciones para las autoridades rumanas.
Corina Cristea, 05.10.2023, 10:48
El paquete de medidas fiscales que el Gobierno de Rumanía quiere poner en práctica es un paso adelante, mejora las políticas en determinados ámbitos, pero aún es necesario realizar algunos ajustes, según considera la delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) al final de la misión de evaluación periódica que finalizó el miércoles. Los expertos del FMI estiman un crecimiento económico del 2,3 % para Rumanía este año y un déficit presupuestario del 6 % del Producto Interior Bruto (PIB) y recomiendan a las autoridades de Bucarest reformas adicionales que representen el 2 % del PIB. En este sentido, el FMI considera que las principales medidas en las que deberían pensar las autoridades de Bucarest son: la eliminación de exenciones, privilegios y lagunas restantes, una nueva eficiencia en la recaudación del impuesto sobre el valor añadido (IVA), la implementación de un impuesto reformado sobre la propiedad y la utilización de la política fiscal para promover el uso eficiente de la energía y, más ampliamente, el fomento de la transición hacia una economía neutra en carbono.
En opinión de los expertos, aumentar la previsibilidad de los gastos de pensiones y salarios es una medida acertada, pero la decisión del Gobierno de controlar los precios de los alimentos no es una buena estrategia para bajarlos. El nuevo paquete fiscal adoptado recientemente amplía la base impositiva y mejora los ingresos al eliminar las exenciones para los empleados en la agricultura, la construcción, el procesamiento de alimentos y la tecnología de la información, además de limitar el número de bienes que se benefician de un IVA reducido. Los cálculos realizados, dicen los expertos, muestran que habrá un déficit presupuestario del 5 % del PIB en 2024, pero añaden que serán necesarios nuevos ajustes porque, como se acordó con la Comisión Europea, debe caer por debajo del 3 %.
Al mismo tiempo, el jefe de la misión del FMI, Jan Kees Martijn, llamó la atención sobre el hecho de que el paquete de medidas fiscales de las autoridades de Bucarest será difícil de aplicar en un año electoral como el próximo. Jan Kees Martijn también cree que los impuestos aplicados a los bancos suponen una carga adicional para las empresas y podrían afectar a su rendimiento financiero. Además de las medidas mencionadas anteriormente, el FMI también menciona la mejora de la administración y la buena planificación de la política fiscal, que deben comunicarse claramente, para proporcionar previsibilidad tanto a las empresas como a la población. Los representantes de la institución financiera internacional también afirman que se necesitan nuevas inversiones y asignaciones presupuestarias adicionales en educación y sanidad para que alcancen el nivel de la UE.
Durante su último día en Bucarest, la delegación de la institución financiera internacional se reunió con el primer ministro Marcel Ciolacu. Ciolacu especificó que ya se tenían en cuenta las recomendaciones del FMI, que eran casi las mismas que las del Banco Mundial y las de la Comisión Europea. En este momento, el Ejecutivo se centra en reducir los gastos presupuestarios y, especialmente, en combatir la evasión fiscal, y la ley por la que asumió la responsabilidad crea el marco general para la reforma fiscal que quiere el Gobierno, afirmó el primer ministro. Marcel Ciolacu estima que Rumanía tendrá uno de los mayores crecimientos económicos de los Estados miembros este año y que las medidas que promueve permitirán superar la difícil situación del último período.