Controversias entre Rumanía y Austria respecto a Schengen
Las autoridades de Bucarest anuncian que demandarán a Austria por oponerse al acceso de Rumanía al espacio Schengen. El primer ministro rumano, Marcel Ciolacu, afirma que Rumanía perdió el dos por ciento de su PIB debido al veto de Viena
Mihai Pelin, 18.09.2023, 12:03
La admisión de Rumanía en la zona de libre circulación sigue siendo una prioridad en la agenda exterior de las autoridades de Bucarest. Actualmente, todos los Estados miembros de la UE, excepto Bulgaria, Chipre, Irlanda y Rumanía, forman parte del espacio Schengen, que también incluye Estados no pertenecientes a la UE como Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein. La Comisión Europea dice que Bulgaria y Rumanía están listas para unirse a Schengen, y el Parlamento Europeo ha apoyado repetidamente su adhesión. Pero Austria sigue oponiéndose, motivando el creciente flujo de inmigrantes. La oposición de Viena no está dirigida contra Bucarest, sino contra este sistema de libre circulación, ha declarado recientemente la ministra austriaca de Asuntos Europeos, Karoline Edtstadler.
La reacción se produce después de que el Gobierno de Rumanía advirtiera que demandaría a Austria si no renuncia a su veto sobre la adhesión de Rumanía. La ministra austriaca afirma que comprende la posición de las autoridades rumanas, pero señala que no puede hacer la vista gorda ante un sistema defectuoso. Ha explicado que la UE debe garantizar una protección de las fronteras exteriores que funcione y solo así podrá existir la visión de una Europa sin fronteras interiores.
En una entrevista publicada en los medios austriacos, el primer ministro rumano Marcel Ciolacu ha afirmado que, en caso de una nueva oposición, tendrá que recurrir esta decisión ante el Tribunal Europeo para exigir una compensación por las pérdidas económicas causadas por la no aceptación del país en el espacio Schengen. El hecho de que Rumanía y Bulgaria se encuentren todavía fuera de la zona de libre circulación representa una carga para las empresas y la población de ambos países desde el punto de vista social y económico, según el Parlamento Europeo. Además, los ciudadanos rumanos y búlgaros son discriminados porque se enfrentan a retrasos, dificultades burocráticas y costes adicionales a la hora de viajar en comparación con sus homólogos del espacio Schengen, según la resolución adoptada por una gran mayoría en julio por el Legislativo europeo. Esto requiere que el Consejo de la UE apruebe la adhesión de los dos países al espacio Schengen.
Recordamos que, a finales del año pasado, no se adoptó una decisión unánime sobre la entrada en el espacio Schengen de los dos países miembros de la UE desde 2007, después de que Austria y los Países Bajos se opusieran. Viena justificó esta postura invocando el hecho de que Rumanía forma parte de la ruta balcánica de la migración ilegal. Sin embargo, la acusación fue rechazada por la administración de Bucarest y oficialmente desmantelada por las instituciones europeas, incluida la Agencia Europea de Policía de Fronteras y la Guardia Costera. Por su parte, los Países Bajos afirmaron entonces que apoyaban la adhesión de Rumanía, pero no la de Bulgaria, siendo los dos países analizados en un expediente conjunto.