Modificaciones fiscales y presupuestarias
El Gobierno rumano vuelve a intentar reducir los gastos presupuestarios.
Bogdan Matei, 31.10.2023, 10:57
El déficit presupuestario sigue siendo uno de los puntos débiles de la administración rumana, y el Gobierno de coalición integrado por el Partido Socialdemócrata (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL) afirma que seguirá promoviendo el rigor en el uso de los fondos públicos. Anteriormente, el Ejecutivo asumió la responsabilidad por un paquete legislativo cuyo objetivo es reducir el despilfarro mediante la limitación de las adquisiciones, la reducción de los cargos directivos y la fusión de algunas instituciones públicas, la eliminación de determinadas exenciones fiscales, la reducción del fraude y de la evasión fiscal.
Además, el próximo 1 de noviembre entra en vigor un nuevo decreto ley de urgencia, relativo a recortes de gastos de fin de año. Dicho decreto ley impone restricciones a las instituciones públicas y a los ayuntamientos, incluso en lo que respecta a la organización de festivales y concursos. Los ordenadores de pagos ya no pueden contraer compromisos legales para material de oficina, otros bienes y servicios de mantenimiento y funcionamiento o reparaciones corrientes. El ministro de Hacienda, el liberal Marcel Boloș, afirma que en años anteriores, en noviembre y diciembre, los gastos en bienes y servicios superaban dos, tres o hasta cuatro veces los gastos de esa índole, realizados en los demás meses. Por ello, el Gobierno ha decidido ahora que éstos no rebasen la media de los diez primeros meses del año. El decreto ley de urgencia también estipula que el pago de los derechos salariales que los empleados públicos ganaron en los tribunales se aplace hasta 2024.
El primer ministro socialdemócrata, Marcel Ciolacu, afirma, sin embargo, que nadie debe preocuparse, porque el presupuesto cuenta con fondos suficientes para abonar los salarios y cubrir los demás gastos que el Estado asumió. En cuanto a las pensiones, a partir del 1 de enero de 2024, subirán un 13,5 %, para cubrir la tasa de inflación.
El Gobierno rumano decidió tomar estas medidas después de que los datos publicados la semana pasada por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) mostraran que Hungría (con el 6,6 %) y Rumanía (con el 6,3 %) eran los países con el mayor déficit público de los 27 miembros de la UE. La semana pasada también, el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, pidió lo que llamó un replanteamiento de la manera de calcular los déficits presupuestarios, en el contexto de la revisión del presupuesto de la Unión Europea.
En la cumbre del Consejo Europeo, celebrada en Bruselas, el jefe de Estado rumano solicitó que el próximo presupuesto comunitario respondiera a los nuevos retos, como el apoyo a Ucrania, país invadido por las tropas rusas, la crisis de seguridad en Oriente Medio y la pérdida de competitividad de la economía europea. La petición del presidente Iohannis se produce en el contexto en el que Rumanía ha sobrepasado, en los tres últimos años, el déficit presupuestario asumido mediante el Pacto de Estabilidad, el instrumento europeo que obliga a los Estados miembros a mantener sus déficits dentro de límites sostenibles, para no provocar desequilibrios macroeconómicos. Klaus Iohannis también solicitó que la revisión del presupuesto no afectara las cantidades asignadas a la agricultura y a la cohesión, los dos grandes ejes a través de los cuales la Unión Europea financia el desarrollo de Rumanía.
Traducción al español: Gabriela Ristea