En Rumanía, las lluvias torrenciales han causado muchas pérdidas materiales, coches arrastrados por las aguas, puentes y pasarelas averiados, caminos y huertas inundados.
De año en año, las alertas meteorológicas de tiempo extremo han venido multiplicándose, trátese de canícula, o temperaturas bajas extremas, trátese de ventisca o riadas. Los científicos atribuyen estos fenómenos drásticos al cambio climático que, según advierte la Organización Meteorológica Mundial, afecta nuestro modo de vida.
En Rumanía, donde han comenzado las vacaciones, los meteorólogos han emitido códigos amarillo y naranja de tiempo desfavorable e inestable, con lluvias abundantes en la mayor parte del país donde en intervalos cortos de tiempo, y a raíz de las acumulaciones de agua se han registrado cantidades de hasta 20 y 30 litros por metro cuadrado y sobre áreas restringidas de hasta 60 litros por metro cuadrado.Los aguaceros han caído acompañados de descargas eléctricas e intensificación del viento.
A su vez, los hidrólogos han advertido que antes del 1 de julio es posible que en tres cuartas partes del territorio del país se registren inundaciones. Los daños materiales no se han hecho esperar: vehículos arrastrados por las aguas, puentes y pasarelas averiados, caminos y huertas cubiertos por las riadas y otros bienes materiales deteriorados.
Las lluvias abundantes, acompañadas por tempestades, viento fuerte y granizo destruyeron cientos de hectáreas de cultivos. En numerosas zonas del país el tráfico se desarrolló con dificultad, se interrumpió o se realizó de manera alternativa a causa de las riadas y de aluviones en el camino.
Numerosas localidades se quedaron sin corriente eléctrica. En Bacau, uno de los departamentos más afectados por las lluvias y el viento fuerte, un niño de 13 años de edad perdió la vida fulminado por un rayo. Los empleados del Ministerio del Interior intervinieron para evacuar las aguas de las casas y para quitar los aluviones en las vías de acceso. Varias personas sorprendidas por las riadas fueron rescatadas con ayuda de los bomberos militares. Conforme con un comunicado del Ministerio del Interior, los grupos de intervención estarán en alerta hasta que la situación vuelva a la normalidad en todos los departamentos. Han sido movilizadas 16.000 personas de las cuales 8000 son policías, 3200 bomberos, 4600 gendarmes dotados de 6600 medios técnicos. Un comando de emergencia, cuyo objetivo es el de analizar la situación al día a raíz de las lluvias caídas durante las últimas jornadas se reunió este jueves en la sede del Gobierno con la participación de los representantes de las instituciones con atribuciones en este sector.
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