Hoy en día en el territorio de Rumanía existen alrededor de 1000 antiguas residencias extraurbanas de la élite local desde el siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XX. Algunas han sido restauradas mientras que otras representan el motivo de serios
Hoy en día en el territorio de Rumanía existen alrededor de 1000 antiguas residencias extraurbanas de la élite local desde el siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XX. Algunas han sido restauradas mientras que otras representan el motivo de serios conflictos entre herederos. Hay castillos también en las ciudades que funcionan como museos o donde se organizan diferentes acontecimientos.
Irina Leaca es historiadora de arte, miembro fundador y vicepresidenta de la Asociación ARCHÉ. También forma parte del equipo monumenteuitate.org, una plataforma amplia muy útil de muchas características, dedicada a la investigación de las residencias nobiliarias extraurbanas. No deseamos hablar de los castillos más conocidos de Rumanía: Bran, Peles, Pelisor o el Castillo Huniazilor por eso hemos pedido a Irina Leaca que incluya en la clasifiación tan sólo 3 castillos:
“Es un verdadero reto. He intentado buscar en las regiones históricas un monumento representativo, punto de referencia o testigo de la historia. He pensado en cuatro o cinco monumentos. En primer lugar, cerca de Ploiesti (en el sur de Rumanía) está el Palacio Floresti construido por el gobernador Cantacuzino según los planes de Ion Berindei. Es un hermoso ejemplo de arquitectura de comienzos del siglo XX que, aunque hoy día está en ruinas, es un objetivo pintoresco y vivo. Los propietarios actuales tratan de revitalizarlo y organizan allí muchísimos acontecimientos culturales, siendo el más importante el concurso hípico Kapatia Horse Trials organizado en septiembre”.
Luego, al dirigirnos hacia la zona de Moldavia, Irina Leaca menciona el castillo de Cuza de Ruginoasa:
“Es un monumento de arquitectura neogótica muy hermoso ubicado en un parque dendrológico precioso recientemente restaurado que alberga el Museo de Cuza. Aquí, los visitantes pueden conocer más cosas sobre la historia del dignatario rumano y de modo especial sobre Elena Cuza. Si nos dirigimos hacia Timisoara, a 30 km de Sighisoara, conforme a los arqueólogos, conoceremos un monumento de arquitectura renacentista espectacular. Es uno de los castillos más auténticos y pintorescos ubicados en Transilvania. Aunque mucha gente no lo conoce, está abierto al público desde hace mucho tiempo. En el presente está en pleno proceso de renovación. Está administrado por una fundación que ofrece visitas guiadas a los turistas para descubrir la historia del castillo así como la del puebo sajón que alberga este monumento. Es un ejemplo inédito de arquitectura residencial extraurbana de una familia húngara noble pero ubicado en una zona preponderantemente sajona. Continuamos con el castillo Károlyi, denominado el Peles de Transilvania, situado en el noroeste del país, en Carei. Ha sido restaurado recientemente a través de fondos europeos y en 2013 volvió a abrir sus puertas al público. Fue transformado en un museo muy interesante que sorprende con la historia de la región y de la familia Károlyi y ofrece una perspectiva de estas residencias nobiliarias extraurbanas de la gran élite del imperio austrohúngaro.”
Irina Leaca, historiadora de arte, miembro fundador y vicepresidenta de la Asociación ARCHÉ dice que Rumanía puede competir en el mercado exterior con una oferta turística de castillos. Hay algunas decenas de castillos representantivos:
“La lista es bastante larga y un circuito de estos castillos, verdaderos monumentos históricos, atrae mucho al público extranjero. En el Valle de Mures, desde Toplita hasta la frontera del país, hay decenas de castillos. Algunos son muy hermosos y están abiertos al público. También en el Valle del Trotus, en Darmanesti, Dofteana o Comanesti hay antiguas residencias nobiliarias muy pintorescas e interesantes”.
Sebastian Marcoci es el administrador del castillo Sturdza de Miclausani, una joya arquiectónica del este de Rumanía construido hace 600 años:
“Se trata de la familia Sturdza, una familia muy rica de Moldavia. Su historia es muy bella. George Sturdza y Maria Ghica construyeron un castillo sobre la estructura de la antigua mansión en estilo neogótico. Es una cosa especial para nuestra zona. La construcción duró 24 años. Maria Ghica nació en Estambul y allí aprendió a pintar miniaturas y a hablar inglés. En 1869 se casó con George Sturdza. Después de la boda, los dos viajaron a Alemania, Francia y Austria. Al regresar decidieron transformar su mansión en castillo”.
El castillo de la familia Sturdza tiene tres componentes esenciales: el parque dendrológico de 30 hectáreas, el monasterio y el castillo, el componente espiritual, cultural y natural:
“El castillo se puede visitar cualquier fin de semana entre las 12.00 y 18.00 horas. Cada año, a comienzos del mes de septiembre, organizamos un acontecimiento muy especial. Se trata de un festival que se llama “Viaje al 1900”. Volvemos al pasado y creamos un ambiente de época en el castillo y en sus alrededores. De costumbre, tiene lugar en el primer o segundo fin de semana del mes de septiembre. La idea del festival pertenece a los turistas que desearon vestirse de época y revivir el período de los años 1900. Hemos pensado en esta posibilidad y en el presente los turistas pueden alquilar vestuario de época. Cabe precisar que los platos preparados con esta ocasión respetan la gastronomía de 1900. También tenemos coches antiguos y de caballos para los turistas que desean dar una vuelta. Asimismo se organizan muchos talleres temáticos y diferentes conciertos de música.”
Rumanía alberga también la Feria Internacional de los Castillos. En 2017 tendrá lugar la tercera edición que se desarrollará los días 27 y 28 de mayo en el Castillo Corvinilor de Hunedoara.
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